VIAJE A NARBONA EN TREN Y VISITA A LES GRAND BUFFETS


Hay viajes a los que volverías, o mejor dicho, de los que no volverías. De siempre me ha apasionado comer mucho y la gastronomía francesa, me gustan los viajes en tren con paisajes bonitos y me gusta disfrutar de la buena compañía. Qué tal si lo juntamos todo?
Hace unas semanas me embarqué en la aventura de ir a Narbona con Renfe SNCF para descubrir Les Grands Buffets, el paraíso gastronómico para todos los comilones como yo.
El viaje en tren no pudo ser más bonito. Una vez cruzada la frontera casi no pude estar sentado mirando el paisaje por ambas ventanillas, casas con encanto, lagos, flamencos, paisajes verdes y frondosos.. qué tendrá el sur de Francia que me gusta tanto?


Una vez en Narbona nos dispusimos a ir a nuestro alojamiento en el precioso Chateau L`Hospitalet y sus impresionantes estancias, la habitación era de esas con la cama llena de cojines de la que no quieres salir en varios días y con unas preciosas vistas a los viñedos. Una cata de vinos, una fabulosa cena y tras una divertidísima noche con mis compañeros de aventura, amanecimos en Narbona.


El chofer nos recogió para llevarnos a visitar la ciudad y de ahí a conocer Les grands Buffets. Un enorme espacio con una decoración y ambientación asombrosa, recordando todo el lujo francés del XIX. El bufet estaba repartido en varias zonas según el tipo de cocina y alimentos, siendo estrella en el la Brasserie, el marisco y la impresionante zona de quesos (el buffet más grande de Europa y en breve el del mundo con más de 90 tipos de queso) entre los platos encontramos caracoles de Bourgogne, tuétano a la flor de sal, steak tartar, cassoulet, blanquette.. a demás de animación en directo y una gran selección de vinos. Y como no destacar los postres, donde podías volverte loco.


La mejor aventura vino por la tarde, en la que mi amiga AnaCocinitas y yo preparamos un vídeo en directo preparando uno de los platos estrella Les grands Buffet, el grand royal o mejor dicho, una cascada de marisco perfectamente decorada y confeccionada. El reto fue superado, aunque no quedó tan impresionante como las que preparaba el chef, pero eso si, lo pasamos en grande.


Por la tarde pudimos visitar una abadía Cisterciense, para mí que estudié Historia del arte, fue una visita inolvidable, recorrer sus austeros pasillos, las naves de la iglesia, el claustro.. la verdad es que no podía imaginar que Narbona guardara tanta belleza en sus paisajes y en su interior.


Por la noche volvimos a cenar, con esa extraña sensación de que eso se acababa ya y volvíamos al día siguiente a nuestras casas, así que llegó el atracón final, platos de queso, ensaladas, patatas gratinadas, langosta y miles de postres, lo justo para salir rodando y no olvidar esas comida en mucho tiempo (a veces me parece que sigo haciendo la digestión.. que ricos los quesos franceses) Sin duda para repetir todos los platos que te encontrabas en las diferentes secciones, os he hablado del marisco?


El trato no pudo ser mejor y nos volvimos todos tan maravillados que no dejo de mirar el calendario para ver si puedo cuadrar un par de días para volver a Narbona. Te apuntas a repetir esta experiencia conmigo?


0 comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...