LASAÑA DE LENTEJAS EN FORMATO INDIVIDUAL

 

Muchas veces os he comentado lo que nos gusta en casa la lasaña y lo poco que la preparamos, así que cada vez que digo de preparar una lasaña, sin duda se convierte en un día especial. La suelo preparar cuando vienen invitados, a todos les encanta, pero es verdad que el servirla y presentarla es algo difícil, siempre se rompe, se manchan de más los platos, y la presentación muchas veces no queda a la altura de la ocasión, así que hoy os traigo una deliciosa lasaña de lentejas en formato individual con el que el plato va a parecer sacado del mejor restaurante, y no solo por su delicioso sabor.

INGREDIENTES

200 gr. de lentejas cocidas.

400 gr. de salsa de tomate estilo casero.

1 cebolla.

2 zanahorias.

Un par de ramas de apio.

Unas hojas de albahaca.

Una copita de vino blanco.

500 gr. de bechamel (al gusto de cada uno)

Placas de lasaña.

Queso rallado al gusto.

  1. Ponemos una cazuela al fuego con un poquito de aceite y comenzamos a pochar la cebolla cortada en juliana. Mientras, picamos muy fino el apio y la zanahoria y los añadimos a la cazuela. Cuando las verduras comiencen a estar cocinadas, añadimos las lentejas escurridas y removemos bien. Cubrimos con el vino blanco y cocinamos hasta que reduzca por completo. Añadimos entonces la salsa de tomate, las hojas de albahaca y cocinamos todo junto unos 20 minutos. Una vez listo, apartamos del fuego y reservamos.
  2. Preparamos las placas de lasaña según instrucciones del fabricante en caso de necesitar cocción.
  3. En una fuente de horno, colocamos un poco de salsa en la base, sobre esta placas de lasaña, más salsa y sobre esta, un poco de bechamel y queso rallado. Seguimos formando capas en el mismo orden, de manera que terminemos con bechamel y cubriendo bien de queso.
  4. Horneamos a 180ºC durante 20 minutos o hasta que veamos que comienza a dorarse. Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo.
  5. Una vez bien fría (unas 4 0 5 horas) con ayuda de un aro de servir, lo clavamos en la lasaña hasta el fondo y con cuidado lo sacamos, de manera que nos quede una mini porción de lasaña en formato circular. Seguimos cortando lasaña según invitados tengamos. 
  6. Antes de servir, calentamos un poco las porciones y las decoramos con unas hojas de albahaca frescas.

No me digáis que no queda super bonita presentada así, lo mejor de todo, es comerse los recortes y restos que quedan en la bandeja, jejee.. os aseguro que no os vais a poder resistir a meter el tenedor y repelar los restos.


En cuanto al relleno de la lasaña, la podéis hacer de lo que más os guste, está claro, pero no dejéis de probar esta boloñesa de lentejas, os aseguro que queda increíblemente rica y más ligera que una tradicional. Sobre la forma, tenéis que tener en cuenta el tamaño del aro de presentar y el número de invitados, en esto tenéis que llevar cuidado, no os salgan menos raciones de las que necesitáis o os queden demasiado grandes o pequeñas.


Es mejor cortar cuando la lasaña está fría, ya que por un lado los sabores se amalgaman más y por otro lado las capas se quedan más compactadas y es más sencillo de cortar y de sacar. Yo la preparo de un día para otro, así cuando llegan los invitados solo tengo que calentar, ya que lo tengo todo listo. Siempre os he comentado que la pasta al horno me gusta mucho más de un día para otro, así que no dudéis en prepararla el día de antes.


Yo siempre uso placas de lasaña de las que no hace falta cocer, con lo que se ahorra mucho tiempo, las pones directamente del paquete en la bandeja y al hornearse, estas se van hidratando con los jugos que suelta la salsa. Eso si, os recomiendo una bechamel un poco más líquida para que ayude a la pasta a cocinarse bien.
Espero que os animéis con este formato de de lasaña, y si no os apetece cortarla, servirla de la manera tradicional, pero no dejéis escapar la receta, os va a encantar.



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